Es Vedrà es una pequeña y enigmática isla rocosa frente a la costa suroeste de Ibiza. Sin duda, es uno de los iconos más reconocibles y fotografiados de la isla, rodeado de leyendas y una atmósfera casi mística. Durante años, el mirador de Es Vedrà fue el punto más popular para contemplar su silueta mágica al atardecer.
El antiguo mirador: vistas que ya no se pueden disfrutar
El mirador más conocido se encontraba junto al aparcamiento de la Torre des Savinar, desde donde se obtenían unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo y la imponente figura de Es Vedrà emergiendo del horizonte. Subir hasta allí requería una corta caminata de unos 10-15 minutos, y era especialmente popular durante la puesta de sol.
Sin embargo, debido a un creciente problema de masificación turística, acumulación de residuos y el acceso reiterado a terrenos de propiedad privada, se ha decidido restringir el acceso a esta zona. Los residentes locales han manifestado su malestar ante la pérdida de tranquilidad y el deterioro ambiental del entorno. Como resultado, este mirador ha sido oficialmente cerrado al público.
Hoy en día, no es posible acceder legalmente al mirador, y su ubicación exacta ya no se comparte públicamente con el objetivo de preservar el área.
Alternativas para contemplar Es Vedrà
A pesar del cierre del mirador principal, existen otras maneras de seguir disfrutando de la majestuosidad de Es Vedrà sin causar impacto negativo en el entorno:
Mirador de Cala d’Hort: Fácilmente accesible por carretera, este punto sigue ofreciendo vistas impresionantes desde el nivel del mar. Aunque más concurrido, su acceso es sencillo y cuenta con zonas acondicionadas para el público.
Excursiones en barco: Otra opción ideal para contemplar Es Vedrà es desde el mar. Hay salidas organizadas al atardecer que permiten disfrutar de la puesta de sol con la roca en primer plano, sin pisar zonas protegidas ni molestar a residentes.
Vista desde puntos alejados: En días despejados, Es Vedrà se puede observar desde otros puntos elevados de la costa suroeste sin invadir propiedad privada, como caminos cercanos a Cala Tarida o Sant Josep.
Turismo responsable
El cierre del mirador de Es Vedrà es una llamada de atención sobre la necesidad de un turismo responsable. Algunos lugares, por su fragilidad ambiental y su valor espiritual o natural, no pueden sostener una presión masiva. Cuidar estos espacios es responsabilidad de todos.
Visitar Ibiza sigue siendo una experiencia mágica, pero parte de esa magia radica en aprender a respetarla.